FF se despliega como un viaje profundamente familiar y totalmente desconocido. Es un recorrido por paisajes que cambian bajo nuestros pies, un intercambio sutil donde lo que tocamos también nos toca. No es un espacio de metamorfosis sino de transformabilidad: un estado de movimiento donde la transición es tanto el método como el significado.
FF propone esquemas para la convivencia, nacidos desde la experiencia, desde el deseo insistente de compartir espacio, de respirar juntas. No se trata de utopías para ser consumidas, sino de decisiones —suaves, porosas, transparentes y dinámicas— que te invitan a ser protagonista de devenires compartidos.
FF es una contemplación coreográfica sobre futuros posibles no hechos para uno o dos, sino para algo que va más allá de nosotras.
Esta obra indaga el cruce entre la nostalgia queer y la política anal, bloqueando subjetividades hegemónicas y ofreciendo alternativas fantástica